Múltiples veces he escuchado a Hadas humanas decir"oh me gustaría tanto vivir en el bosque" o "Un lugar en la playa sería perfecto"... "no aquí, no aquí"... "La ciudad no permite la magia".
Alguna vez me pregunté a mi misma: "Esfeeri, ¿No se supone que un Hada debería vivir en un lugar armonioso, en donde no se escuche más que el cantar de la gente mágica y los ruidos de los animales?" "¿No se supone que las Hadas son bondadosas con todos los seres aún cuando estos deseen tomar ventaja despiadada?" ... Sí, era muy joven y soñadora, pero con el tiempo, al crecer y meterme cada vez más en problemas me fui acercando a las Hadas de una forma más clara, de tal modo que dejé de preguntarme y contestarme cosas yo sola y permití a las Hadas guiarme por ellas mismas.
Así que a continuación resumo los 10 consejos de las Hadas para sobrevivir a la ciudad:
1. Cuidar de las propias alas es indispensable. Las alas son tus ideas y sueños, así que mantenerlas firmes y limpias es lo primordial. Las Hadas están siempre del lado de las personas que luchan por sus ideales sin importar qué. A las Hadas les encanta rodearse de gente apasionada y están dispuestas a atraparlas con sus alas cuando se encuentren en peligro, por eso siempre están al rededor de los niños porque ellos van por lo que desean sin dudar o temer.
Cuidarse las alas implica permitirse soñar y alimentar el deseo por realizar lo que podría parecer imposible. Las alas también deben estarse limpiando de prejuicios o estereotipos que no funcionan ni empatan con nuestra esencia. Implica defender nuestras ideas a toda costa y trabajar día a día para llevarlas a cabo, después de todo uno no es un día hada y al otro no ¿o si?
2. Jamás permitas que nadie te tome de las alas. Las alas están fabricadas de energía etérica y permanecen íntimamente ligadas con las emociones. Un Hada sabe que si le tomaran por las alas su corazón correría el riesgo de desgarrarse como ala de mariposa. El principal radar de las Hadas son sus alas, es decir el latir de su cuerpo emocional. Si algo no está bien ellas lo pueden sentir en las alas.
Las Hadas no permiten que les juzguen sus ilusiones y se alejan de quien les cuestione su deseo o bien se defienden con magia feroz. Si no eres tú quien defienda tus ideales, nadie más lo hará y en las ciudades a las personas les encanta hacerse de tapetes emocionales, ¡no seas tapete de nadie!
3. Siempre pide algo a cambio. Las Hadas, a diferencia de los Ángeles no actúan por amor incondicional, ellas siempre piden, puede ser comida, bebida, una moneda, una joya un favor, etc. ¿Por qué lo hacen? porque al estar directamente trabajando con los humanos ellas saben que los humanos valoramos las situaciones o cosas que obtenemos con esfuerzo, por eso no ofrecen nada de manera gratuita. Y también lo hacen porque además lo merecen, las Hadas son seres que les gusta vivir cómodamente y si es posible, poseer alguno que otro lujo mágico que su trabajo les ofrezca.
Las Hadas no son temerosas ni se apenan al pedir porque confían en que su trabajo será por demás invaluable para quien lo solicite ya que en ello se empeñan con su espíritu completo. Las Hadas no dejan nunca ningún trabajo a medias. Esto resulta ser muy útil dentro de una ciudad en donde es común pedirle al otro trabajar mucho y ganar poco y en ciudades capitalistas es aún más frecuente.
4. Sé amable más no amigable. Las Hadas tratan a todos los seres con respeto y la mayoría -las que no se encuentran inconformes con los humanos- resultan seres dispuestos a trabajar con nosotros o a acompañarnos. Ellas saben que la amabilidad permite el respeto y un espacio delimitado en el que pueden sentirse seguras. En cambio, ser amigable difumina ese límite y hace al Hada un ser vulnerable. Ningún Hada es de principio amigable porque a lo largo de los milenios han sido testigos de el efecto de las debilidades del hombre, han visto como la humanidad se ha dejado corromper, es lógico que de entrada desconfíen.
La amabilidad permite un acercamiento con el otro de manera tranquila, da apertura a un proceso de conocimiento mutuo basado en la paciencia y la honestidad, por eso ser amable es darse a amar. Ser amigable en cambio requiere de un proceso casi involuntario y estrepitoso que consiste en estar llenando huecos o expectativas que el otro se forma de nosotros y nosotros del otro sin siquiera conocernos un poco. Esta es una de las herramientas más útiles dentro de la ciudad, mantener relaciones de amabilidad, pues uno nunca sabe de quién pueda necesitar.
5. Siempre pedir permiso. A las Hadas les molesta que cualquiera entre a sus espacios sin previo aviso y ¿a quién no le desagrada? Y ellas mismas reconocen con respeto los límites del otro. Pedir permiso es muy importante para todo porque así no intercedemos arbitrariamente en el camino del otro. Así las Hadas no van por el mundo aventando sugerencias ni opiniones a la humanidad ni haciendo los deberes que pertenecen a otro. Esto es respetar la individualidad y autonomía de los seres y ellas bien saben que siguiendo este precepto, los seres respetarán de igual manera su propio espacio y voluntad. Las Hadas exigen el pedir permiso, cuando notan que se ha violado su espacio arrasan contra todo intruso sin más pensarlo.
Así, la primer regla para evitar el azote de un puño en tu ojo es pedir permiso antes de ofrecer cualquier opinión que no te ha sido preguntada. ¿A quién no le molesta los "deberías"?
6. Ser hospitalario. Una vez que hemos invitado a alguien a nuestros espacio (o vida) lo mejor que podemos hacer es compartir. Para un Hada es muy importante que si se le ha invitado a una casa al menos se le debe ofrecer comida y bebida. La hospitalidad muestra al otro que nos es importante su bienestar, que no es sólo un mueble más en nuestro hogar. También favorece a mantener el deseo por cuidar al otro, tanto como éste nos ha procurado a nosotros. Ser hospitalario nos conecta con el otro a través de lo que nosotros mismos tenemos, ya que el otro no va a exigir que le ofrezcamos más de lo que tenemos y al contrario valorará nuestros ofrecimientos quizá hasta más de lo que los valoramos nosotros mismos y esto es una forma de cambiar nuestra percepción sobre nuestras pertenencias y logros. Lo que para unos es algo estorboso, para otros resulta ser una bendición.
7. Nunca subestimes nada ni a nadie. Las Hadas saben perfectamente que no todas las cosas son lo que parecen. En los bosques féericos, así como en la ciudad, nos podemos topar con seres que cambian de forma y no sabemos de entrada si nos encontramos ante un ser de luz honesto y amigable o con un goblin sediento por nuestra sangre. Las mismas Hadas, pueden parecer indefensas y frágiles,pero así también pueden esconder intensiones maliciosas detrás de un cálido destello. No por nada, las Hadas son las reinas del glamour, este efecto hechizante que tienen sobre los demás seres ante su presencia. Si alguna ves te has dicho "no era lo que yo esperaba." o como dicen en la ciudad "así de fácil sacó el cobre" entonces has pasado por alto este consejo.
8. Primero, no lastimar. Las Hadas como seres de la naturaleza están encargados del bienestar de todos los seres que la habitan, así que ante todo, el primer deber es no lastimar. Y da la casualidad que ésta es también la premisa de la medicina "Primum non nocere" "primero no lastimar" Por esto, las Hadas son sanadoras por naturaleza, es su misión. De tal forma que por las noches pueden beber whisky a la luz de la luna o montar ráfagas de aire de la manera más intrépida, siempre y cuando hayan concluido lo que debían hacer y no perjudiquen con su comportamiento a otro ser, ni siquiera a ellas mismas. Las Hadas lo validan en general todo, siempre y cuando esta primer regla sea obedecida. ¿Puedes encontrar maneras de hacerte valer o defenderte sin lastimar al otro? Este es uno de los actos de inteligencia más altos, más en una ciudad llena de personas que hablan como trasgos a quienes les es más fácil ofender a groserías en lugar de expresar su inconformidad a través del lenguaje humano o en el peor de los casos expresan su inconformidad a través de la violencia física.
9. No exigir. Cuando hacemos contacto con un Hada lo peor que podemos hacer es exigirle cumplir algo. Siempre que pedimos algo a las Hadas lo hacemos de forma amable y respetuosa.
Exigir algo a alguien tiene que ver con tomar una postura de poder ante el otro, también tiene que ver con violar su espacio de acción y con no ser amables, es decir, este consejo tiene que ver casi con todos los anteriores.
Nuestras abuelas dicen que "se atrapan más moscas con miel que con hiel" y esto es sabiduría féerica, podemos lograr nuestros cometidos si sabemos pedir, las más de las veces no hace falta gritar, sino ser claros y asertivos.
10. Dar más de lo que se pide. A las Hadas les agrada el esfuerzo y la pasión, esa es la esencia de la naturaleza. Si pensamos en la creación de un nuevo ser podemos ver que son millones de espermatozoides los que compiten por fecundar un solo óvulo, esto demuestra cómo se gesta la vida a partir de dar más de lo que se pide. Si sólo compitiera un esperma las oportunidades de gestar serían nulas, o casi. De tal forma que si pedimos ser amados, debemos amar 200% más de lo que pedimos ser amados. Si deseamos éxito en nuestro proyecto demos trabajarlo 200% más del resultado que esperamos. Si no estamos al tanto de este consejo a veces nos puede parecer que por más que trabajamos nuestros logros resultan ser casi nulos, y no es eso, debemos ver nuestros logros con ojos de Hada; cada éxito por mínimo que parezca es en realidad enorme, de acuerdo a esta proporción del 1:200.
En este mundo, ser Hada es complicado y ser Hada de ciudad merece formarse buenas estrategias para no morir en el intento. Así que la conclusión es ¡Recoge tus alas y continúa la magia!, sin duda eres un sobreviviente...
Escrito por Karla M Solano -Esfeeri- en PSIRIO